Así, en este concepto entra lo que es un amor inesperado, que llega como una gota de agua que cae de un cielo despejado o como un dulce sentir que te ocasionó un caramelo que no tenias el gusto de conocer.
De esta manera puede mostrarse interior y pensaras si realmente el tiempo y el espacio importan para querer a alguien o si son necesarios todos los convencionalismos que exige el mundo para poder llamar a alguien pareja o novio.
Tomar algo así es muy difícil puesto que nuestro corazón es cuando más teme a ser partido como una montaña en plena erupción.
Sé que esto puede sonar exagerado y que realmente podría estar pensando de una manera romántica frente a la situación de un cariño creado a través de unas miradas, unas cuantas palabras o de un beso que duro la eternidad completa de un minuto.
Sé también que existen cosas que impedirían o confundirían un amor así, como la pasión desmesurada que confunde, el enamoramiento que crea nuestra conciencia frente a alguien que nos atrae o simplemente un gusto por alguna nueva persona.
Existe también el temor a la rapidez con que inicia una relación y con la misma que puede terminar, ya que es muy popular decir que al amor hay que darle tiempo para fortalecerse puesto que no tendría la solidez para sostener los problemas que puedan surgir con forme avanza la relación.
Por otro lado están también los prejuicios…
Vivimos en un mundo donde el amor está confundido por el sexo o por cosas vanáles que terminan por perderse en el tiempo, y por lo mismo, dicho conocimiento nos hace sacar conclusiones erróneas antes de haber vivido la situación.
Nos vamos con la idea en la mente que la pareja que está a nuestro lado en esa cama sólo nos terminará usando o que sólo tiende a jugar con nosotros como si fuéramos un juguete diseñado para esas circunstancias.
Muchas veces nuestro corazón piensa así debido a las experiencias que nos da la vida y el sabor a cobre que deja en nuestro paladar el perder a alguien que creímos que sería nuestra pareja ideal.
Pero no todo está perdido en éste amor. Así como aviva una llama con un poco de combustible, es el amor inesperado, un fuego tan feroz que no puede ser controlado en un principio y que dependiendo de su dirección y su intensidad, es como podrá prender los troncos que están sobre de él.
Pero no todo está perdido en éste amor. Así como aviva una llama con un poco de combustible, es el amor inesperado, un fuego tan feroz que no puede ser controlado en un principio y que dependiendo de su dirección y su intensidad, es como podrá prender los troncos que están sobre de él.
Esto debe pensarse muy a fondo ya que depende de la llama, de la dualidad del color rojo y amarillo (él y ella) y de cómo se transforme ese amor de un simple fuego ardiente, que durante un determinado tiempo puede quemar lo que sea, a un fuego que pueda crear un incendio que se expanda por la inmensidad del tiempo y que aun siendo apagado después de años, queden rastros de ceniza.
Al final puedo decir que aun diciendo las cosas malas y las buenas, en temas del corazón sólo podemos dejar que él decida y por más que tu mano trate de escribirte una explicación de lo que sientes frente a esta situación, no logras llegar a un acuerdo entre tu mente y tu sentir.
Sólo puedo decirte que mientras esté la llama avivada trates de echarle más leña para ver qué sucede. Ya que debes tratar de ver sus ojos hasta el final del incendio…
QM